jueves, 25 de enero de 2018

ALEJANDRO MALASPINA

Algo de su biografía.
Nació el año de 1754 en Mulazzo, Italia, y falleció en 1810, en Pontremoli, con 55 años de edad.
De nacionalidad española.
Fue explorador y militar.



El personaje.
No se puede determinar claramente la fecha o circunstancias del nacimiento de términos como el ecologismo, el naturalismo o el desarrollo sostenible, pero siempre han existido ciencias o actitudes que han promovido el nacimiento de los términos anteriores, como la filosofía, la biología, la física, la exploración, etc… que han ido componiendo las bases del ecologismo, del naturalismo o, más recientemente el desarrollo sostenible.

La expedición Malaspina es una de esas empresas científicas y de exploración, financiada por la Corona española en la época ilustrada de Carlos III que permitieron dotar a los movimientos anteriores de una base sólida para su nacimiento y actual evolución.

La expedición Malaspina fue un viaje de los Capitanes de Navío Don Alejandro Malaspina y Don José Bustamante al mando de las Corbetas Descubierta y Atrevida, entre 1789 y 1794 cuya misión fundamental fue una gran expedición político-científica de escala mundial, una de las primeras de la historia de carácter científico, cuyo objetivo era visitar y estudiar los principales territorios españoles en América, Asia y Oceanía. Los propósitos de la expedición serían los siguientes: incrementar el conocimiento sobre ciencias naturales (botánica, zoología, geología), realizar observaciones astronómicas y «construir cartas hidrográficas para las regiones más remotas de América».



Es de destacar que, en esta época, como decía Felipe Fernández-Armesto, historiador británico:
“la monarquía española de la época dedicaba al desarrollo científico un presupuesto incomparablemente superior al del resto de naciones europeas. El imperio del Nuevo Mundo era un vasto laboratorio para la experimentación y una inmensa fuente de muestras. Carlos III amaba todo lo referente a la ciencia y la técnica, de la relojería a la arqueología, de los globos aerostáticos a la silvicultura. En las últimas cuatro décadas del siglo XVIII una asombrosa cantidad de expediciones científicas recorrieron el imperio español. 
Expediciones botánicas a Nueva Granada, Nueva España, Perú y Chile reuniendo un completo muestrario de la flora americana. La más ambiciosa de aquellas expediciones fue un viaje hasta América y a través del Pacífico por un súbdito español de origen napolitano, Alejandro Malaspina”.

 A su regreso, la expedición Malaspina y Bustamante había acumulado una cantidad ingente de material: la colección de especies botánicas y minerales, así como observaciones científicas (llegaron a trazar setenta nuevas cartas náuticas) y dibujos, croquis, bocetos y pinturas, era impresionante y, sin duda, la mayor que habrían de reunir en un solo viaje navegantes españoles en toda su historia.

Hay que comentar que en dicha expedición participaron 204 hombres bajo las órdenes de los dos comandantes (Alejandro Malaspina y José Bustamante y Guerra), 18 oficiales, 2 médicos cirujanos, 2 capellanes, un cartógrafo, 3 naturalistas (Antonio Pineda, Tadeo Haenke y Luis Neé), 4 pilotos y 6 dibujantes (entre ellos José del Pozo, José Guío, Fernando Brambila o el dibujante y cronista Tomás de Suria).

La expedición produjo una ingente cantidad de información de la basta zona de la tierra visitada con más de un millón de páginas escritas, infinidad de muestras botánicas y dibujos y pinturas de esa parte visitada del mundo, que permitió a muchas generaciones estudiar de una forma global la naturaleza, la biología o la geología de nuestra compartida tierra. La humanidad en esa época ya comenzaba a sentirse global.



Mientras redactaba este post escuchaba a The Dead South - In Hell I'll Be In Good Company:



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